martes, 12 de abril de 2011

Crecimiento Económico y Emprendedores V. Emprendimiento, Innovación y Ciclos

“La verdadera innovación es rompedora de lo anterior”, como decía J. A. Schumpeter: Las innovaciones son cambios históricos e irreversibles en la manera de hacer las cosas. Es la lucha de lo nuevo contra lo viejo. Para que nazcan nuevos árboles en el bosque deben morir los enfermos y viejos. Si ésto no fuera así, el bosque no podría regenerarse. Este razonamiento se conoce como la teoría de “La Destrucción Creativa”. Tiene algo de Darwiniano, como decía el célebre sabio inglés “las especies que sobreviven a la selección natural no son las más fuertes o las más resistentes. El éxito lo obtienen las que más y mejor se adaptan a los cambios”. Y ahora recuerdo a Carlo M. Cipolla “La innovación es para la sociedad lo que la mutación es en biología. No todas las mutaciones son buenas. Algunas son sólo experimentos pobres y desafortunados. Sólo la selección natural (que no es racional, aún cuando pueda ser explicada racionalmente ex post) nos dirá al cabo del tiempo qué mutaciones son buenas y cuáles son malas.” El progreso del sistema capitalista reside en su capacidad de regeneración. Las expansiones vienen siempre seguidas de su correspondiente crisis. En un bucle sin solución de continuidad. Con la importante característica de que a largo plazo la tendencia principal de progreso económico es creciente.

La ventaja del pionero es temporal. Poco a poco la innovación se va asimilando y se masifica. Como también surgen en masa las empresas que la adoptan. Ésto provoca la saturación del mercado, la caída de precios y por último la depresión. “El proceso de destrucción creadora constituye el dato de hecho esencial del capitalismo. En ella consiste en definitiva el capitalismo y toda empresa capitalista tiene que amoldarse a ella para vivir. La construcción de nuevas empresas exitosas regeneran el sistema productivo y propician los nuevos ciclos productivos. Los ciclos son la forma en que progresa la sociedad capitalista. Las innovaciones, aquí referidas, no son infinitesimales sino que son rompedoras con el status quo previo. Son cambios históricos e irreversibles en la manera de hacer las cosas.

El capitalismo es un sistema en evolución. Sucesiones de crisis y expansiones económicas. La hoja de la sierra (como el pelo de Burt Simpson) que a largo plazo siempre crece. Es un sistema discontinuo con retrocesos e interrupciones. El capitalismo crece a saltos. En una crisis se destruye gran cantidad de valores. La depresión es la reacción del sistema económico frente al auge anterior. Después de la crisis, el sistema económico necesita reagruparse antes de emprender el nuevo crecimiento que sobrepasará el punto álgido anterior. Schumpeter considera que los empresarios aparecen en grupo y no continuamente de manera individual.

Los nuevos emprendedores surgen en periodos difíciles. Son unos pocos los que poseen esas cualidades de dirección. Pero a medida que algunos pioneros avanzan, otros empresarios van incorporándose a la nueva tecnología. Como en la conquista del oeste, los pioneros ocupan primero las tierras más fértiles. Conforme van llegando nuevos colonos van adquiriendo nuevas parcelas, lógicamente, peores que las anteriores. Y al final los últimos en llegar tienen que arreglárselas con los restos. Montes, eriales y tierras inundables.

En la realidad empresarial la nueva tecnología se va haciendo cada vez más “familiar”. El incremento de la oferta va reduciendo los precios. Y éstos van disminuyendo los beneficios, los cuáles tienden a cero. La aparición de nuevos empresarios en masa hace que los productos inunden los mercados masivamente con la consiguiente disminución drástica de los precios. Los beneficios desaparecen y llegan las pérdidas. Las cuáles a su vez conducen a la crisis y la depresión. Es un volver a empezar constante.


Carlos Medrano Sola es Licenciado en Economía y Emprendedor
http://economiapoliticaymas.blogspot.com

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