sábado, 10 de noviembre de 2012

Sabiduría popular. Se veía venir


Estos días está siendo trending topic (exitazo en internet) un video de dos ancianos sorianos, Isidro Ciriano y Moisés Casinadie (supongo que su mote), grabado en 2007. El que no lo haya visto lo puede encontrar en Youtube poniendo “se veía venir”. Su predicción sobre la crisis económica  es tan preclara que de primeras dudé si no serían actores de una campaña de Aquarius. Pero no, es una grabación real. Con grandes surcos en la cara, boina enroscada,  barba de tres días y ojos pequeños que miran con picardía a la cámara. Apoyados en la pared encalada y a la sombra en una tarde de verano nos cuentan cómo iban al colegio sesenta críos. Moisés apenas fue año y medio, que era lo normal. Enseguida se ponían a trabajar de pastores, a segar, para no ganar nada,… iban de pastores por 200 pesetas al año. “Y claro, ahora se vive bien, pero no se conforma la gente.  Antes era un martirio, ahora estoy loco de contento y eso que cobro poco de pensión.” dice Casinadie. “Ahora es una locura, la dehesa esa la compró todo el pueblo por 80.000 ptas. y tardaron 50 años. Ahora por un cubalibre te piden 700 ptas. Que es lo que cuesta medio robo con el que puede vivir una familia. La gente joven a  derrochar. Piden cuarenta millones para un piso y se creen  que salen de la gorra y claro como no pagan, al embargo. Y esto va a terminar mal, eh? Pero mu mal” le responde Isidro. “Este tiene un sobrino que se cogió un cochazo y le pregunté vaya coche has echao eh?. Y él me dijo que era del banco. ¡Cómo del banco¡ Será tuyo.  Qué va el banco me ha dao tres millones y medio y ahora se los tengo que devolver o sino el banco me atiza. Y le contesté que yo si no puedo no me lo compro y me aguanto” argumenta Moisés. Isidro dice que “la María tiene un chico que estudia economía, pero  economía no hace falta estudiar.  El hombre que gane cinco duros que gaste uno, y ya está la carrera hecha. Pero si el hombre que gana cinco gasta seis, ya se ha jodido la economía”. Y termina recordando a un tío suyo que le decía que lo bueno se acaba y pasar de lo malo a lo bueno es fácil pero hay que mal se pasa cuando es al revés y es lo que va a venir. Y señalando con el dedo y profetizando repite “…y es lo que va a venir”.
Independientemente de su veracidad yo quiero reivindicar  la olvidada sabiduría popular, adquirida por la experiencia de siglos, trasmitida de padres a hijos. Como nuestra Navarra agrícola. Hasta hace poco más del 60% de la población. La que algunos ridiculizan, se avergüenzan u olvidan.  Cuando todas las celebraciones familiares terminaban echando unas jotas y saciando la sed de vino de los días de labor. Y si, también reivindico la maltratada jota, poesía rural que a alguno nos emociona recordando nuestra más tierna infancia. Cuando la oíamos cantar por voces agostadas en el tórrido estío y embrutecidas por el pertinaz cierzo, pero llenas de verdad porque salían del corazón. Grandes momentos cuando se escuchaba cantar al anciano en la comunión de la nieta. La belleza de la verdad sin aditivos. Momentos felices. El 60% de los navarros tenemos abuelos del campo. Eran pequeños propietarios las más de las veces o jornaleros como los del video en otras. Vidas duras, que dependían del clima para sobrevivir con mayores o menores aprietos al albur del destino.  Nos parece una exageración ganar cinco y gastar uno como decía Isidro, pero si un año no cogían cosecha tenían que vivir del ahorro.  La alternativa era morirse de hambre. Todos recordamos la imagen del campuzo en las películas de Paco Martinez Soria que vestía con andrajos pero que cuando abría la cartera sacaba un rulo apretado de billetes verdes cogidos con una goma.
Mi abuelo José salía a ver el astro todas las mañanas. “Al día se le conoce por la mañana” decía. Y miraba a Castilla (La Rioja) para adivinar qué tiempo iba a hacer. Y recuerdo cuando mi tío Andrés compró un gran tractor siendo yo niño. No me cabía en la cabeza cómo podía gastar tanto dinero. Pero claro gracias a esa inversión, que no gasto, pudo llevar más tierras y rentabilizar su esfuerzo. El abuelo Román decía  “Casa la que puedas vivir, y tierra la que puedas adquirir. Porque la tierra de casa pero la casa no da tierra” Y también decía que “Mal pobre el que no está endeudao” Y es que nuestros mayores sabían perfectamente que hay deuda buena y deuda mala. Y para salir de pobre hay que saber cuál es la diferencia.

Carlos Medrano es Licenciado en Economía
Economiapoliticaymas/blogspot.com

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