martes, 24 de mayo de 2011

5 millones de parados

Qué poderoso influjo ejerce este número para los políticos de ambos bandos. ¿Será por no batir el record anterior?, o ¿por sacar la mano en el parlamento como algún jugador culé en el Bernabeu?, o ¿Será por la mala rima? Como decía Stalin, un muerto es una tragedia y un millón de muertos una estadística. Es mucho más duro ver la película “Los lunes al sol” de cinco parados con sus problemas y ansiedades, que leer en primera página que “casi” hay cinco millones de parados. Y yo pienso, ¿Qué más dará tener 5 ó 4,9 millones de parados? Pues sí que importa, y mucho, para esos cien mil trabajadores de diferencia. No se me olvida el caso de un sin techo que leí en este Diario hace unos meses. Era un Señor que vivía en la calle y subsistía de ayudas de la beneficencia. Había sido jefe de cocina de varios restaurantes pero por diversos avatares y desgracias (no relacionadas con alcohol o drogas, ni nada por el estilo) terminó durmiendo en la calle. Según él, a cualquiera nos puede pasar. La historia tiene final feliz. Su aparición en el periódico le dio la notoriedad suficiente para recibir ayuda de un Señor que le regaló un traje y una Señora que le permitió dormir en una vivienda que tenía vacía. Recuperada la autoestima, contaba sus intenciones de volver a Francia a trabajar. ¿Qué habrá sido de él? No recuerdo el número de parados del mes pasado, pero si me emocionó aquella tragedia personal.

Parece que la economía sumergida es culpable de la abultada cifra. Ahora se va a penalizar el trabajo en negro con penas, hasta cinco veces, más duras que con la legislación anterior (otra vez el cinco). Soy de la opinión del emérito gurú de las finanzas personales D. Leopoldo Abadía: los impuestos son una traba para arrancar negocios. A mi amigo Iván le han despedido. Nada raro en estos tiempos, incluso para él que estaba fijo (¿alguien cree todavía en la seguridad en el empleo? Sí, los funcionarios). Bueno, el caso es que fui a su casa y hablamos del futuro. Quería empezar una nueva actividad laboral por su cuenta. Aprovechar sus conocimientos en el mantenimiento industrial para ofrecer sus servicios solucionando pequeños arreglos domésticos. Pero se encontraba con que necesitaba el paro para poder subsistir. Si se da de alta deja de cobrar el paro. Y claro, le daba miedo invertir en su negocio y pasar de cobrar del Estado a pagarle. La tentación de trabajar en negro es muy grande en los estadios iniciales. La inversión, la poca facturación inicial y pagar los impuestos, le dejaban un margen insuficiente. Como ciudadano le eximiría de pagar impuestos durante 3 años, los que necesita para asentar su negocio y poder estabilizarlo. Pero nos encontramos con el problema de la competencia desleal. El problema a resolver es que sus competidores se quejarán de no disfrutar de esa exención fiscal. La solución no es fácil.

Recientemente leí un estudio en el que se demostraba que las empresas que crean empleo no son ni las grandes ni las pequeñas, sino las nuevas. Si de esos 5 millones de parados (o los que sean) hubiera un 10% que decidiera ser autónomo, tendríamos 500.000 luchadores del día a día para atacar con ganas cualquier adversidad laboral. Y además, los que triunfaran de éstos, tendrían que contratar a otros para que les ayudaran a sacar adelante su trabajo. Esto no es una idea feliz mía. Entre 1996 con una tasa de desempleo del 22% y 2007 con el 8%, se creó cerca de 8 millones de empleos, de los que medio millón correspondieron a empleadores. La gran mayoría de esos 8 millones fueron contratados por los que decidieron tomar las riendas de su futuro laboral y dar un paso adelante. Sólo por el bienestar psicológico ya merece la pena. En el momento en el que te convences de que vas a emprender un negocio, ya no estás en el paro. Ahora eres un emprendedor que lucha por sacar adelante su idea de negocio. Y lo digo porque lo he vivido en persona. No será fácil. Y si fracasa, lo mirarán de reojo y susurrarán “Mírale, ése es el que se ha arruinado. Pobre infeliz”. En este país no hay tolerancia al fracaso. En USA no se fían de uno que no haya fracasado antes. Edison lo explicaba muy bien. Solía decir que sabía cómo no funcionaba cien mil veces una bombilla pero sólo conocía una forma de que brillara.

sábado, 7 de mayo de 2011

Emprendedores e Inspiración

Dos poemas inspiradores para el emprendimiento y para disfrutar.

Ítaca. Kavafis:
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencia, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en loa emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperlas y coral, y ámbar y ébano,
perfúmenes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.

(Constantino Kavafis, 1863-1933, Poesías completas, XXXII)





NO TE DETENGAS de WALT WHITMAN
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

Versión de: Leandro Wolfson

lunes, 2 de mayo de 2011

¡Basta de recortes¡ (publicado en el Diario el 2 de mayo de 2011)

Vivimos una carrera de recortes empresariales. Algunos muy necesarios para acabar con los excesos pretéritos. Pero esta reacción producida en cadena hace que todos suframos las consecuencias de caer en la misma trampa. Entramos en un círculo vicioso de recortes en cascada, como si fuéramos una fila de piezas de dominó. Los ajustes son una epidemia. Como consecuencia, todos somos más pobres porque yo compro menos, tú compras menos, etc. Estas estrategias sólo empeoran la situación. Si estamos en un pozo, ¡Dejemos de cavar¡ No quiero animar a que consumamos a lo loco, como algún político propuso no hace mucho tiempo. La semana pasada le pregunté al dueño de una empresa, al que quería ofrecer mis servicios, ¿Cuándo has recortado todo lo que has podido?, ¿Qué te queda? Y él me contestó; “Descansar en paz” Nos reímos un rato con su ocurrencia y coincidimos en que algo tendremos que hacer. La alternativa, para algunos, es esperar a que escampe. Seguir la táctica del avestruz. Estamos petrificados no vaya a ser que me quede sin empleo, o que pierda mi empresa, o que este cliente no me pague, o que no pueda pagar las nóminas a mis trabajadores, o que tenga que despedirles y no tenga ni telarañas en la caja fuerte. El que teme arruinarse ya sufre con el temor. Hay miedo en los ojos de los parados, de los empresarios y de la sociedad entera. Tenemos que enfrentarnos a las pérdidas, a los despidos y a inversiones fallidas. Y eso duele. Si nuestras empresas cancelan las cuentas de marketing, despiden comerciales y anulan todas las promociones, no hay que ser muy listo para saber que venderemos menos. La solución no es recortar más. ¡Es ingresar más¡ Hay que vender más. Si no se puede en España habrá que hacer la maleta y recorrer el mundo entero. Los países de la OCDE crecen por encima del 3%. ¡Alguna oportunidad habrá¡ Hasta que no cambiemos el chip, no saldremos de ésta.

El inventor de la venta por catálogo fue Montgomery Ward. Fue un exitoso pionero y disfrutó de las ventajas de ser el primero. Hasta que la Gran Depresión de 1929 a punto estuvo de quebrar su compañía. Su “salvador” fue un abogado llamado Sewel Avery. Éste impuso una serie de recortes drásticos mientras sus competidores se expandían. Fue un gran acierto y consiguieron superar la crisis. Después de la Segunda Guerra Mundial comenzó una recuperación paulatina de la economía, pero Avery se negó a verla. Se empecinó en mantener una rígida y austera economía de mínimos. No quiso arriesgarse a invertir ni a expandir el negocio de ninguna manera. Como resultado, las ventas de la compañía disminuyeron un 10% mientras su rival Sears duplicaba sus ventas. En poco tiempo, la primera empresa mundial de venta por catálogo desapareció arrasada por sus competidoras. Y Sewel Avery murió pensando que a la vuelta de la esquina vendría otra Gran Depresión. Su exceso de celo, visión inflexible y empecinamiento estratégico produjo el fin de una empresa pionera. En las empresas han proliferado los “Averys” y se ha arrinconado a los emprendedores al cajón de los recortes. Los ejecutivos pesimistas y negativos han ganado peso en los Comités de Dirección. No en vano, sus gestiones han salvado a las empresas de caer en el pozo de los locos soñadores arruinados. Pero esto ya es pasado. Ahora toca movernos de nuevo. Si antes necesitábamos cuatro visitas para conseguir un nuevo cliente, ahora tendremos que hacer ocho o buscarlo en otros países. Si no lo hacemos, otros vendrán que nos barrerán del mapa. En estos días de incertidumbre hay que ser cauteloso, pero ninguna actividad humana está exenta de riesgo. Me contaba mi abuelo que unos vecinos suyos le daban vueltas a comprar, o no, un burro. El padre quería ir a la feria a por uno nuevo pero el hijo le preguntaba “Padre, ¿Y si nos engañan y se nos muere?” Y ni fueron a la feria ni compraron el burro. Se apañaron a duras penas con su viejo pollino hasta que llegó la cosecha y, cuando más falta les hacía, la palmó. La labranza no requiere miserias. Debemos dedicar todos nuestros esfuerzos a conseguir incrementar los ingresos. Salgo a visitar a muchos empresarios a contarles estas reflexiones. Algunos están diseñando estrategias de crecimiento, pero no en España. Me dicen que el negocio aquí, ni está ni se le espera. Y ahí está el error, en sentarnos a esperar a que llegue.

Estrategias y Resultados ha nacido para ayudar a las empresas a vender mejor para vender más. Estamos predicando entre empresarios y emprendedores para hacerles ver que nadie puede reducir continuamente los costes y pretender crecer por ello. Debemos mejorar nuestros procesos comerciales e invertir en ellos igual que en otras ocasiones hemos invertido en mejorar la producción o la calidad. En un mundo con exceso de oferta debemos ser más hábiles que la competencia para introducir nuestros productos en el mercado. No cabe otra. Para convencer de que el cambio de rumbo es necesario hemos preparado una ponencia en CEIN “La Dirección Comercial de mi empresa” (http://www.navarrafactori.cein.es/?encuentro-con-empresarios-la-direccion-comercial-de-mi-empresa&Z=020df499fc65149b&date=07676fed0b900fad&IDevento=3fd4b8456b22920a ) y un Curso de Formación en AIN titulado “Construyendo la Dirección Comercial” ( http://www.ain.es/que_hacemos/plantilla.aspx?ms=3&s=11&h=1500&url=http://www.ain.es/formacion/FolletoN.asp?Accion=1%26Codigo=CM042 ) . Y sino lo hacemos, ¿Cuál es la alternativa?


Carlos Medrano Sola
Director de Estrategias y Resultados
estrategiasyresultados@gmail.com