domingo, 27 de marzo de 2011

Emprendedores y Crecimiento Económico III. Liderando el Crecimiento Económico

¿Quién lidera el crecimiento económico? Las empresas y los trabajadores. Y más en concreto, el emprendedor. El premio Nobel de Economía J. A. Schumpeter colocó al emprendedor en el centro del proceso económico. Es el individuo que lleva a cabo las innovaciones que provocan el progreso de la sociedad capitalista. El emprendedor no tiene por qué ser el inventor de una mercancía o el introductor de algún proceso ni el que aporta el capital (Edison no inventó la bombilla). El aspecto diferenciador único del emprendedor es el Liderazgo y no la propiedad de los medios productivos o el capital.

Pocos quieren ser emprendedores. La inmensa mayoría de los jovenes (y de la sociedad en general) prefiere ser funcionario o trabajar para una gran empresa. Los pocos que se deciden por el emprendimiento lo hacen básicamente por dos motivos: emprenden por necesidad o por oportunidad. Los primeros son los que tratan de conseguir un trabajo por cuenta ajena, pero por distintos motivos no lo encuentran o lo que hayan no es de su agrado. Es lo que se conoce vulgarmente por autoempleo. Los segundos detectan oportunidades de negocio, bien sea por heredar una empresa familiar, por encontrar un nuevo nicho de mercado en auge, por vocación,... o sencillamente quieren enriquecerse. Ésta última motivación suele estar mal vista en nuestra sociedad. El emprendedor, en cuanto que se queda con el beneficio de su empresa, tiene el estigma de “ilegitimo aprovechado”. La consideración de usufructo no merecido se le aplica desde que lo denunciara Karl Marx con su célebre “alienación del trabajador”, el cuál se frustraba al ser hurtado del fruto de su esfuerzo productivo. La parte que le falta a la reflexión anterior es que en caso de pérdidas el emprendedor responde de ellas en primera persona. Y que si cobra beneficios es porque se arriesga para conseguirlos. Como decía Adam Smith “No hemos de esperar a que nuestra comida provenga de la benevolencia del carnicero, ni del cervecero, ni del panadero, sino de su propio interés”. El panadero trabaja para que tengamos el pan de cada día, a tiempo y de calidad. Porque si no lo hace así nos iremos a la panadería de enfrente y aquél tendrá que cerrar. Como conclusión tendremos pan de calidad a un precio adecuado.

Lógicamente el interés propio, el egoísmo que mueve al empresario capitalista tiene un límite. Funciona hasta cierto punto. “El mundo tiene suficientes recursos para colmar las necesidades de toda la especie humana,… pero insuficiente para colmar la codicia de un solo hombre”. Sabias palabras de Ghandi que me hacen recordar a uno de los antihéroes capitalistas más famosos del cine. Gordon Gekko (Michael Douglas en Wall Street I) y su famoso discurso “Greed is good” (la codicia es buena) http://www.youtube.com/watch?v=84th6YwtA0w. Paradigma de mentiroso, manipulador de mercados, beneficiario de información privilegiada y carroñero despiadado. En el mundo, por desgracia, también existen tipos como éste. La realidad supera la ficción. “Así como existe un mínimo de necesidades humanas por debajo del cuál la vida resulta imposible, no existe prácticamente ningún límite superior para los deseos humanos” Carlo M. Cipolla. No obstante, no podemos condenar un sistema porque existan miembros indeseables que lo usen para hacer el mal. Debemos protegernos de los que se aprovechan de las debilidades del sistema para satisfacer sus más bajos instintos. Un sistema judicial que protega la propiedad privada y que castigue duramente a estos ladrones de guante blanco. Por desgracia, suelen tener los mejores abogados. Al librarse algunos de purgar por sus abusos, dan razones a los que no creen en el sistema para criticarlo, y tienen razón.

En nuestra sociedad existe un cierto recelo a la figura del empresario. Así como se reconoce su importante papel en la creación de empleo, riqueza y bienestar, también se le critica por su afán de lucro, supuestamente a costa de los trabajadores. La empresa está constituida por el empresario y los trabajadores. Y el futuro de aquella afectará tanto al uno como a los otros. Debemos superar las viejas reminiscencias de la lucha de clases marxista.
El paro juvenil es bestial, los jóvenes están de sobra formados y la vertiginosa evolución de las nuevas tecnologías hace pensar que, en ese caldo de cultivo, surgirán nuevos proyectos. Pero no es así. De hecho, Alfons Cornellá, consultor y conferenciante, afirma que "la emprendeduría resulta ser más una vocación de personas maduras que de los jóvenes". ¿Qué les falta a nuestros jóvenes?¿De verdad no pueden encontrar nada en lo que luchar con pasión por su proyecto? Quizás no sean ellos los culpables. Necesitan la Idea, Asesoramiento, Financiación, y Motivación. La Idea: no es necesario inventar nada nuevo. Hay que mejorar lo preexistente, que sea útil y mejore cualquier necesidad actual. Asesoramiento: lideradas por la Cámara de Comercio, CEIN y CEN, Navarra cuenta con una veintena de asociaciones e instituciones de ayuda a los emprendedores. Dan formación gratuita específica y asesoran sobre el Plan de Negocio, la financiación, las subvenciones, prácticamente cualquier duda que surja. Financiación: para la inversión están las tres Efes Family, Friends and Fools (Familia, Amigos y Locos, en inglés). Además de las vías tradicionales hay que buscar avalistas, Business Angels (Asociaciones de Inversores para nuevos proyectos) y empresas de Capital Riesgo. Y buscar la rentabilidad reduciendo al máximo todos los gastos fijos. No se compra nada, hay que alquilar todo lo necesario. Motivación: ¿Por qué? Respuesta a la gallega ¿Por qué no? ¿Qué tienen que perder? En el peor de los casos ganarán la experiencia. Obviamente no es tan fácil, de hecho es muy complicado, pero no seré yo quien les diga las pegas. Para eso están todos los que, en su entorno, les intentarán convencer para que no den el paso. Keneth Paul Morse (fundador del Centro de Emprendedores del MIT Masachusetts Institute of Technology) afirmaba en una visita a Barcelona: "Si no encuentra trabajo, créelo usted mismo. En los próximos cinco años la mayoría del empleo vendrá de las start-up (empresas de nueva creación)". Y daba algún consejo. "Ser ambicioso, no tener miedo al fracaso porque es la madre del éxito, construir un equipo y pensar ¡Podemos hacerlo¡" Suena muy americano, en el mal sentido de la palabra. Quizás debiéramos tomar ejemplo de su capacidad de emprender, innovar y liderar la economía mundial. Sus jóvenes universitarios quieren ser como Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple) o el joven Mark Zuckerberg (Facebook). Me conformaría con copiar que nuestros universitarios también tuvieran en la cabeza emular a éstos u otros líderes por su capacidad para desarrollar nuevas empresas. Casualmente ninguno de los mencionados creadores llegó a terminar los estudios universitarios. Quizás no sean tan buen ejemplo, ¿o sí?
¿Cuándo empezamos a fomentar el espíritu emprendedor? En la universidad ya es tarde, hay que empezar desde niños. Sin atosigar a la chavalería. Porque da para otro artículo la presión que reciben algunos niños para dominar las asignaturas tradicionales más las extraescolares, más las actividades de moda (como aprender Chino). En una ocasión le preguntaron a Igor Stravinsky si era bueno estimular con música clásica a los niños en el vientre materno para que fueran melómanos de adultos. Él respondió que es mejor ponerle la música a la madre. Si ésta disfruta, ya se lo enseñará a su hijo. Así pues, debemos empezar concienciando a los padres para que éstos alienten a sus retoños. Podríamos empezar con poesía inspiradora. En mi despacho tengo siempre dos poemas que me acompañan e inspiran, “Ítaca” de Kavafis y “No te detengas” de Walt Whitman (ver Anexo 1). Por ahora se los voy leyendo a mis hijos. Me gustaría que fueran captando la esencia.

Hemos visto cómo la iniciativa del día del emprendedor ha caído en picado por la falta de financiación pública. Los famosos recortes han afectado a una iniciativa popular que festejaba el día de los que daban un paso adelante. Los que querían ser tractor y arrastrar a otros a conseguir prosperidad. Los que decidían levantarse antes que nadie por la mañana e ir a crear nuevas oportunidades. En Navarra han surgido interesantes iniciativas como NASF, Iniciador Navarra o el Plan Moderna para inversores y emprendedores. La sociedad civil está despertando del letargo de provocado por la opulencia de los felices años pasados. Debemos impulsarlos entre todos hasta que abramos los ojos a los infelices que miran al Estado para que les solucione sus problemas.


Carlos Medrano Sola es Licenciado en Economía y Emprendedor
http://economiapoliticaymas.blogspot.com

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