jueves, 3 de junio de 2010

Este año tampoco compro piso

Y el que viene ya veremos. El año pasado mi vecina puso en venta su vivienda. Me interese porque hemos aumentado la familia y su piso es más grande. No llegamos a ningún acuerdo. Ahora pide otros 6 millones menos y sigue sin vender. Es importante mantener la cabeza bien fría antes de firmar una hipoteca por 30 años o más. Más parece una condena que una inversión. Algún experto pretende consolar a los compradores solventes con la obviedad de que tienen la vivienda y la pueden pagar. Pero ¿qué cara se les queda cuando les llega, mes a mes, el recibo de la hipoteca, la cuál es mayor que el valor del piso?

Todos lo estudios de mercado coinciden en que están bajando los precios. No se ponen de acuerdo en el porcentaje de bajada real, ni en cuánto les queda por bajar. En 2010 tenemos dos efectos a tener en cuenta. El primero la subida del IVA en el 1% y el segundo la anunciada reducción de las deducciones a la compra por vivienda de las rentas inferiores a 24.000€. La segunda no parece que vaya a afectar a Navarra (por ahora). Ambos efectos harán que veamos un repunte de compras este año en España. A medio plazo: Muchos analistas coinciden en que la verdadera bajada se espera para 2011 con la subida de tipos de la Reserva Federal Americana que se adelantará la subida del Banco Central Europeo. Cuando llegue la subida de tipos será como el último copo de nieve que provoca el alud. La subida de tipos hará que se encarezca la compra y elevará los costes de mantener inmuebles sin vender. Hará más atractiva la inversión en otros activos. Si no se suben los tipos es porque la recesión se convierte en depresión (técnicamente son 3 años de recesión) y nos conduce a la temida japanización de la economía española, con una reducción lenta pero continuada de precios en una coyuntura de estancamiento económico de varios lustros (el ejemplo de Japón en los años 90 del pasado siglo).

El stock de viviendas es altísimo. No entraré a valorar si es de un millón de viviendas o de medio, da igual. La realidad es que existe una amplia y variada oferta. Este exceso de oferta hace que no exista miedo a que nos quiten la casa de nuestros sueños. Tenemos mucho donde elegir. Y además cualquiera que lleve más de un año mirando el mercado se dará cuenta de que por cada piso que ya no está en venta (por vendido o por salir del mercado) nos aparecen otros de similares características y a mejor precio. Hay otra ventaja adicional para el comprador que es la mejora en la calidad de la información de la oferta que facilitan las Webs inmobiliarias. Con solo darte de alta en ellas marcando tus preferencias, recibirás cómodamente en tu Email toda la oferta que existe en ese momento e irán actualizando la información periódicamente.

Hacer frente a la compra de una casa ya no es tan sencillo como antaño. En estos momentos a pesar de que el euribor está en mínimos históricos, la financiación se ha endurecido sustancialmente. Ningún banco da hipotecas por encima del 80% del valor de tasación del inmueble. Lo que implica que hay que hacer frente al 20% restante con ahorro o pidiendo un préstamo personal. Además hay que tener un 10% del valor de la vivienda para los gastos e impuestos. Más algo de dinero adicional para la obra de adecuación (si es de segunda mano) y mobiliario. Cualquiera que vaya a un banco verá que los préstamos personales están carísimos. La alta exposición a la vivienda en los balances de las cajas y bancos es una debilidad que aprovechan los especuladores para atacarles. El Banco de España ha encarecido por dos veces en este año, el coste de mantener vivienda en sus balances. No volverán los años dorados del dinero fácil. Las bajas tasas de ahorro de los años pretéritos hacen harto complicado que se pueda afrontar la inversión. Debemos recuperar la tradición ahorradora que nos enseñaron nuestros padres y más aún los abuelos. Éstos vivieron la guerra civil y la no menos dura posguerra. Nos repetían todos los domingos la importancia de no gastarnos toda la paga y de guardar siempre una moneda. Se nos olvidaron sus consejos. Nos hemos acostumbrado a vivir por encima de nuestras posibilidades en la esperanza de que los mayores ingresos futuros pagaran nuestro aumento del gasto actual. Pero esto no funciona así. Primero debemos ahorrar y después decidir nuestras inversiones. Las consecuencias del excesivo endeudamiento las estamos viendo y padeciendo actualmente con la crisis de deuda de los estados. Los que no hemos comprado piso este año debemos estar tranquilos porque los precios siguen bajando y mes a mes vamos metiendo unos euros más a la hucha. No hay prisa.

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