jueves, 13 de enero de 2011

Menos gasto en I+D

Es habitual encontrarse en los medios noticias de que “tal empresa, región o país va a gastar tropecientosmil euros en I+D”. U otras del estilo “han concedido una subvención de X millones de euros al centro de investigación Z”. Suelen acompañarse estas noticias de una explicación a cerca del posicionamiento de dicha entidad en el ranking de más gasto en I+D. En el caso de los políticos no falta quién desde el gobierno recibe las críticas de la oposición por no dedicar suficiente presupuesto a innovación. Si una empresa se lanza a gastar en I+D, ellos verán lo que hacen. Pero cuidado con el dinero público, no vaya a ser que con el propósito de ser europeos en el gasto en I+D terminen por dilapidar sus (o nuestros) famélicos presupuestos. Y yo me pregunto, ¿Qué mérito tendrá ser el que más gasta en I+D? ¿Qué habrán hecho con todo ese dineral? ¿Qué habrán conseguido? Incluso se pavonean por ser los que ocupan los primeros puestos de tan egregia lista de manirrotos innovadores. La verdadera noticia se da cuando se vende una patente, o se lanza un nuevo producto, o se consigue un nuevo tratamiento médico, etc. El gasto como tal no es ningún bien; salvo para el que recibe el dinero. Lógicamente puede serlo, si se hace adecuadamente. A mi me queda la duda de si tanto dinero obtendrá los frutos correspondientes. Algunas subvenciones y ayudas al I+D son como un maná por el que luchan unos pocos centros. ¿Serán auditados convenientemente? O ¿Se volverán a presentar al año siguiente, con una memoria de actividades, personal contratado y una serie de facturas realizadas? Que nadie me malinterprete, no estoy haciendo un panegírico modernizado del “¡Que inventen ellos” de Don Miguel de Unamuno. Justo al contrario tengo claro que la única salida que tenemos empresas y trabajadores es la innovación. Schumpeter en su teoría de la Destrucción Creativa de 1942 ya explicó que la lucha por la supervivencia y la adaptación de las empresas es una lucha de lo nuevo contra lo viejo. Siendo las crisis las fases de adaptación a las nuevas condiciones, y el capitalismo como un proceso de evolución con “mutaciones económicas”. Usando el símil darwiniano, las organizaciones que sobreviven no son las más fuertes o las más inteligentes, sino las que mejor se adaptan a los cambios.

Otro aspecto que me resulta llamativo es el tratar de no llamar a las cosas por su nombre. Antiguamente todo el mundo hablaba de innovación cuando se refería a crear algo nuevo, o adaptar para un nuevo uso un producto ya existente. Ahora lo correcto es hablar de I+D o de I+D+I. Es un deseo de encriptar el lenguaje para parecer más moderno, más elitista, más experto. ¿Porqué empeñarse en esas complicaciones para conseguir una peor comunicación? Quizás sea mejor para el emisor no dar demasiados detalles de lo que tiene entre manos: por desconocimiento, por no tener mejores muestras de su buena gestión, o porque el éxito en la innovación es muy complicado y es mejor difuminar el mensaje.

Entonces si el gasto no es un indicador adecuado para medir el resultado de la innovación. ¿Cuál debe ser? Como siempre conviene mirar cómo lo hacen los mejores. Una de las empresas que más está brillando en los últimos años es Apple. En la actualidad el 60% de su facturación lo componen productos que no existían hace 3 años, como el Ipad o el Iphone 4. Facturación que han conseguido multiplicar por tres en el mismo periodo, y con un beneficio que se ha cuadruplicado. Pero es que además, es de las que menos invierte. Es la más eficiente. Por ejemplo: HP gasta el doble, Google casi tres veces más, Cisco Systems casi cinco veces más, IBM invierte seis veces más, y la todo poderosa Microsoft casi multiplica por nueve el gasto en innovación de la compañía de la manzana. Steve Jobs, CEO de Apple, afirma que el secreto de su éxito innovador es su valentía para poner todos sus recursos en pocos productos y hacer que estos funcionen excepcionalmente bien. Con esta estrategia ha conseguido facturar treinta mil millones de dólares con solo treinta productos. Entiendo que alguien me puede decir que pongo el listón demasiado alto y que Apple solo hay una. Vale, de acuerdo, pero prefiero mirarme en ella que en la lista de los que malgastan en I+D.

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