miércoles, 1 de junio de 2011

No con mi dinero (publicado en el Diario)

César Alierta, Presidente de Telefónica, presentó ante la Junta de Accionistas un plan de incentivos de 450 millones de euros (setenta y cinco mil millones de pesetas) para sus directivos y otro plan, pactado y voluntario, de despidos de 8.500 trabajadores. La primera medida la propuso para evitar que sus directivos busquen mejores oportunidades en otras empresas del sector. La segunda porque la tecnología facilita que no necesiten tener el doble de empleados que sus competidores cosa que “si la compañía no se hubiera anticipado, Telefónica estaría quebrada” afirmó Alierta. Esto parece razonable hasta cierto punto. Telefónica acaba de presentar unos beneficios record, para la compañía, superiores a 10.000 millones de euros. Este pequeño detalle hace que sus planes sean una auténtica obscenidad. El gobierno ha contestado que va a cambiar la ley para que los EREs de empresas con beneficios no sean costeados por el erario público. Y es que es escandaloso que además paguemos a escote lo que debe repercutir únicamente en dichas empresas. ¡No con mis impuestos¡. Valeriano Gómez, Ministro de Trabajo, advirtió de que “prefiere” que los costes de las reestructuraciones de empresas con beneficios no sean soportados por las arcas públicas. La cuestión es que Telefónica ya ha presentado su ERE con la normativa actual. Consecuentemente, pagaremos los 300 millones de euros que suponen sus prejubilaciones. Solo 150 millones menos de lo que se van a repartir entre los directivos.

Probablemente las decisiones planteadas sean las mejores para los accionistas de Telefónica. Cuando una compañía presenta un fuerte recorte de empleo inmediatamente suben sus acciones en bolsa. Las compañías se hacen más eficientes quitándose la grasa y dejando solo el músculo. Pero yo como cliente les critico y espeto un ¡No con mi dinero¡. No critico la necesidad de los ajustes, probablemente tengan razón para que la empresa sea más competitiva, para rejuvenecer la plantilla, etc. Lo que me desagrada son las formas tan burdas y con tal indiferencia por las personas. Las mismas personas a las que les engatusan a la hora de motivarles con seguridad en el empleo, planes de carrera y frases grandilocuentes hasta que los empaquetan en un ERE. En la misma junta de accionistas un directivo de la operadora jugaba a los marcianitos en su Ipad mientras anunciaban los despidos. Así pues cuando se lee la propia memoria de R.S.C. (Responsabilidad Social Corporativa) “En la medida en la que el Grupo Telefónica sea capaz de generar un impacto positivo con su actividad en el progreso económico, tecnológico y social de su entorno, y de ganar la confianza de sus grupos de interés, será capaz de garantizar su propia sostenibilidad como empresa” no parecen más que palabras bellas pero vacías. Mi queja es un canto al Sol. No llega ni a la suela de la sandalia de David contra Goliat. Pero cuidado, que no se confíen demasiado. Si buscan Telefónica en Facebook (Red Social que tiene más búsquedas diarias que Google) aparece en segundo lugar un grupo de boicot por los bonus aderezados con despidos. ¿Qué opinará el responsable de comunicación de esto? Y es que en la era de la comunicación los clientes incluimos, a la hora de decidir, más ingredientes que los clásicos calidad-precio.

Casualmente, ayer recibí una llamada de un teleoperador que me ofrecía los servicios de Telefónica con un interesante descuento como gancho. Le escuché educadamente pero le dije que recientemente había decidido no ser cliente de Telefónica. Él me preguntó por el motivo y yo se lo expliqué. Me dijo que no tenía ni idea de esos planes. Le contesté que estaban en toda la prensa nacional. En ese momento me di cuenta de que mi interlocutor no estaba en España. Efectivamente, llamaba desde Perú y no era trabajador de Telefónica. Pues te has librado por ahora, le dije. Él hizo un último intento de venderme su oferta pero me volví a negar, eso si, le pedí que transmitiera el motivo de mi negativa, por si acaso servía para algo. Tomo nota, me dio las gracias y se despidió.


Carlos Medrano Sola
http://economiapoliticaymas.blogspot.com/






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