viernes, 4 de noviembre de 2011

Robin Hood y la Tasa a las transacciones bancarias (Publicado en Diario de Navarra el 7/12/2011)

En la pasada cumbre del G-20 se ha discutido la necesidad de implantar un impuesto a todas las transacciones bancarias mundiales: La famosa Tasa Tobin. Fue idea, del homónimo Premio Nobel de Economía, James Tobin en 1971. El objetivo de dicha recaudación sería aportar fondos que ayuden al tercer mundo. Aunque ningún país ha salido del desarrollo por la ayuda externa no deja de ser loable que haya ideas en esa dirección, aunque no sean efectivas. Es mejor enseñar a pescar que dar peces. Se supone que es una tasa en contra de los especuladores. Pero, ¿cómo diferencian la inversión productiva de la especulativa? Si quieren acabar así con los buitres financieros lo llevan crudo, porque estos se adaptan en milisegundos a las normas que quieran inventar. Esta tasa agravará el problema de financiación en el que estamos inmersos tanto Europa como USA. ¿Hace falta recordar que estamos en una crisis financiera? Mario Draghi, recién estrenado Gobernador del Banco de Europa, ha reducido los tipos de interés por los malos datos económicos, abandonando el control férreo de la inflación (no se le espera a corto plazo). Objetivos: abaratar la financiación en la zona Euro y tratar de favorecer el raquítico crecimiento económico.
Esta tasa solo se podría implantar si así lo decidieran todos los países del mundo incluidos los paraísos fiscales. De lo contrario, las transacciones financieras volarían a los estados de excepción a la velocidad de un clic de ratón. Tobin sugería que el dinero recaudado lo administrara el FMI o el Banco Mundial, centro de las iras de los grupos de indignados. El propio Premio Novel pidió, irritado, que no maltrataran su idea, su nombre y reputación para secundar fines espurios. Quizá por eso ahora le han cambiado el nombre por “Robin Hood Tax”. Resulta paradójico (y más habiendo nacido este movimiento en el Reino Unido¡) que no hayan caído en cuenta de que tienen que cambiar de personaje. Es una contradicción, que enarbolen el nombre de Robin Hood para imponer un nuevo impuesto, cuando el famoso arquero del bosque de Sherwood robaba los impuestos del Rey Juan y ¡No a los ricos¡. Es decir, justo lo contrario de lo que defienden estos grupos que no han leído el libro, ni visto la película, o no se han querido enterar. Incongruencias a parte, es un movimiento que ha tenido una fuerte influencia entre políticos como Rubalcaba en España o empresarios como Bill Gates que lo acaba de defender en la mencionada cumbre.
Las empresas necesitan a los bancos para financiar su actividad. Como dice el maestro Leopoldo Abadía: La economía es como el motor de un coche. El cuál para funcionar necesita aceite que engrase toda la mecánica. Cuando falta aceite las piezas empiezan a recalentarse y el motor estalla. Pues bien, la labor de la banca es la de engrase de la economía. Los bancos no son empresas. Bueno, quiero decir, que no son empresas “normales”. Pagan intereses por los depósitos, se apalancan (prestan más de lo que tienen en caja) y luego cobran un dinero a los prestatarios. Es en la segunda y tercera parte del negocio es donde tienen un peso primordial para la economía “real”. Deciden a quién y cuánto prestar basándose en la capacidad que van a tener de devolver lo prestado. Como el dinero escasea solo prestan a los grandes y fuertes, dejando de lado a las Pymes con las sobras. Y son estas las que generan empleo. Si implantamos medidas anti transacciones bancarias es como si metiéramos arena en el aceite del motor. Los bancos deben pagar impuestos de acuerdo a los beneficios que obtengan. Y si “los que mandan” quieren hacer algo en la buena dirección que dejen de financiar entidades quebradas y fomenten la competitividad. Que los que lo han hecho mal caigan para dejar paso a los que lo han hecho bien. Como los brotes verdes que crecen sobre los viejos árboles caídos en el bosque. Vaya lo de brotes verdes sin mala intención.

Carlos Medrano Sola es Licenciado en Economía
http://economiapoliticaymas.blogspot.com/

3 comentarios:

  1. Sr. Carlos Medrano estoy muy en desacuerdo con Ud. excpeto, quizá, en la última parte de su artículo. Voy paso a paso.
    Lo primero me sorprende que un licenciado en economía se atreva a desacreditar a un Premio Nobel de Economía.
    Segundo, "aunque ningún país ha salido del desarrollo por la ayuda externa", evidente, ningún país ha sido capaz de ayudar externamente a otro sin un interés lucrativo propio y por lo tanto así es imposible nada.
    "Es mejor enseñar a pescar que dar peces", gran tópico. Varias cosas, las clases de "enseñar a dar peces" y las "cañas" cuestan dinero, ¿de dónde sale ese dinero si los "pescadores en potencia" no lo tienen? Pero hay más, está frase deja en evidencia otro error de este nuestro amado primer mundo, creernos por encima del tercero y creernos con el derecho a enseñarles algo a ellos. Pero aun diría más al respecto, este primer mundo se ha pegado siglos robando los peces del tercer mundo, que menos que devolverles parte, ¿no?
    "¿Cómo diferencian la inversión productiva de la especulativa?" Creo que un licenciado en economía debería tener el conocimiento suficiente para saber distinguirla, si no, algo funciona mal en esa carrera. En los casos más escandalosos hasta los más incultos, económicamente hablando, somos capaces de distinguirlo.
    "Esta tasa solo se podría implantar si así lo decidieran todos los países del mundo incluidos los paraísos fiscales." Esto se lo oí decir a un amigo estudiante de Administración y Dirección de Empresas, digo yo que no sabría mucho menos del tema y lo veo lógico. ¿No hay un derecho internacional que podría regular esto? De algún modo se podrá hacer que todos lo lleven a cabo, o al menos una mayoría con el suficiente poder de no permitir aprovecharse a los que no.
    El FMI o el Banco Mundial son centro de iras de los indignados porque está lleno de sinvergüenzas y atiende a los intereses del primer mundo y de los poderosos en general, no porque las instituciones en si las consideren malas, no tergiversemos.
    "Robin Hood Tax". La historia de Robin Hood es una leyenda popular británica, no es una novela o una película como tal y una de las versiones dice así: "Robaba dinero a los ricos para dárselo a los pobres" Aquí me temo que patinas bastante. Si Robin Hood roba a los ricos es porque tienen un dinero sobrante inmerecido, robado, como el que tenemos el primer mundo del tercero. Es evidente que si hay gente que muere continuamente de hambre en el mundo y en nuestro hemisferio cada vez hay más casos de obesidad es que algo falla, algo es injusto. Los impuestos del rey Juan es representativo de ese mismo dinero robado. Documéntese mejor antes de criticar la mala documentación de otros.
    "Que caigan los que lo han hecho mal".Es decir que caigan prácticamente la totalidad de bancos de este "país de pandereta" junto con la mayoría de economistas y grandes empresarios, me pregunto si usted entraría en el saco, ojala que no y ojala se diesen paso a los brotes verdes...ojala.

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  2. Las cañas de pescar cuestan dinero, pero para pescar no es necesaria una caña, con un hilo y un anzuelo se puede apañar una atándolos a un palo. Obviamente esta no es la solución pero pueden quitar el hambre que no es poco. La mejor solución hasta ahora ha sido y es la apertura de las economías a la globalización. Ya sé que suena mal y que es provocador hablar tan claro, pero Asia en los años 60 era más pobre que África y su apertura al capitalismo (otra palabra fatal) ha provocado un despegue sin precedentes que ha sacado de la pobreza a millones de personas. Ahora los Asiáticos, en su mayoría chinos están comerciando con África. EL resultado es que el África Subsahariana está creciendo a tasas superiores al 5% anual. Lationamérica también está creciendo a buen ritmo salvo los países dominados por el populismo como Venezuela. Y eso que les sale el petróleo debajo de las piedras. No quiero entrar en la maldición de los bienes naturales en los países pobres, pero hay un estudio muy interesante sobre ellos. Lo peor son los regímenes autoritarios que oprimen, roban y limitan la libertad de sus pueblos. Tengo amigos en ONGs que ven como su trabajo con las clases más desfavorecidas de estos países solo sirve para aliviar la presión de su pueblo contra el dictador de turno. Para ellos es frustrante pues se dan cuenta de que aliviando parte del problema no consiguen darle la solución, es más se sienten cómplices de estos sistemas corruptos.
    Un acuerdo internacional para aplicar la tasa Robin Hood es muy inestable. Hay grandes beneficios para el país que la incumpla. Y esto es un equilibrio inestable.

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  3. Respecto a que el que lo hace mal debe caer, es lógico que cada cuál apechugue con sus consecuencias porque sino existe riesgo moral. Es como si vamos al Casino y nos dicen que si ganamos nos lo llevamos y si perdemos nos devuelven el dinero. En estas condiciones apostaremos a tope para tratar de forrarnos, arriesgaremos todo porque nada tenemos que perder. Con el argumento de que son demasiado grandes para caer se ha mantenido a empresas y bancos quebradas. Con lo cuál si eres un banco mediano o pequeño lo que debes hacer es crecer lo suficiente para que te rescaten si lo haces mal. Por no hablar de los ejecutivos que han despedido dándoles millones de dólares de indemnización,… esto no puede funcionar… En cuanto a mi aportación personal a todo este lío, decirte que me limito a criticarlo, pues no soy más que un consultor de empresas al que le gusta escribir. Si tienes una forma de saber distinguir transferencias productivas de especulativas me lo cuentas. El problema de estos sistemas es descubrir al sinvergüenza. Es decir, que es muy fácil disfrazar transferencias especulativas. Robin Hood es un personaje que se ha usado mucho, pero desde luego no es un liberal porque no respeta la propiedad privada. En cualquier caso, te recomiendo la película de Rusell Crowe, está muy bien. En ella se ve claramente cómo el rey Juan recibe un estado quebrado por las guerras de su hermano. Y como siempre, entonces y ahora, los estados equilibran sus presupuestos sacando más dinero de nuestros bolsillos. Y no nos equivoquemos, no es para mejorar la economía, es simple y llanamente para pagar los excesos pretéritos. Dale Carnegie decía que nunca se debe criticar a nadie. Sin embargo, yo desde que conocíaal maestro Juan Esain soy un ferviente creyente de que sin crítica no hay mejora. La crítica en un ambiente de sinceridad y respeto es la forma de avanzar en el conocimiento y maximiza el resultado de los equipos de trabajo. Por eso me gusta criticar incluso a Premios Nobel. No es arrogancia por mi parte, en realidad, me sirve para aprender de personas que saben más que yo, y que con su crítica me demuestran que estoy equivocado. De todas formas, el área de Economía es el único Premio Nobel que tiene premiados que defienden posiciones opuestas. Keynesianos frente a Monetaristas. La escuela de Keynes contra la escuela austriaca. De este enfrentamiento intelectual han surgido grandes obras en las que unos se refutan a otros. Keynes defendía el liderazgo del estado en la economía y los monetaristas justo lo contrario. Los políticos adoptan unas y otras según les interese. Por eso oímos a ZP decir que bajar impuestos es de izquierdas (cuando en teoría es de derechas) y ahora Rajoy sube impuestos. Lo cierto es que el gobierno busca primero su provecho que son los resultados del estado. Los políticos basan su acción de gobierno en los resultados electorales. La economía española es un enfermo en la UCI al que le están dando placebos, para evitar perder votos. Así mal vamos. Y como ciudadanos debemos criticarles por sus hechos y no por sus ideologías.
    Muchas gracias por criticar mi artículo.

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