La catástrofe de Bangladesh ha
consternado al mundo. Los centenares de muertes (van por 377 personas) por el
derrumbe de la fábrica textil de Rana Plaza, ha puesto en el mapa una situación
insostenible. Como ese edificio nuevo que se construyó con tres alturas más de
las permitidas. En el origen está las EZP, zonas de procesamiento de
exportaciones que son al capitalismo lo que Guantánamo a la justicia. Ciudades
sin ley, como en el lejano oeste, donde no es necesario cumplir las exiguas
normativas laborales, medioambientales, fiscales etc. de este país. No son las
únicas del mundo. Hay unos cuantos países pobres con políticos corruptos que
esclavizan a su población a cambio de la mordida correspondiente. Pero cuidado,
porque esta vez es distinto. Hay imputado un empresario español, David Mayor, y
empresas clientes de éste como Mango o Primark. Las cuáles tienen tiendas por
toda nuestra geografía. Ropa que casi todos tenemos en nuestros armarios. Como
clientes, no podemos ser ajenos a estas maldades y debemos consumir
responsablemente. Al mismo tiempo hay que exigir a nuestros políticos que se
aplique aranceles a todos los bienes que importemos de esos países. Están marcados
por el desprecio a la vida de sus ciudadanos. Veremos cuánto dura el luto por
esta tragedia, pues otras ha habido y no se ha tardado demasiado tiempo en
olvidarlas.
No quiero que se me malinterprete
como un defensor de la autarquía, pues ya sólo nos faltaba eso para hundir más
nuestra economía. Las medidas proteccionistas que proliferaron en los años
posteriores al Crash de 1929 hicieron que se cerrara aduanas, cayera el
comercio internacional y se globalizara el paro. España se ha recuperado
siempre empezando por el incremento del comercio internacional. En los últimos
años estamos viendo un desmantelamiento de la industria en Europa y también en
nuestra Navarra. Se busca bajos costes para poder competir en un mercado
global. Esto es tan legítimo como cuando vinieron a invertir aquí hace 50 años.
No obstante, hay unos cuantos “peros”; el respeto a los derechos humanos,
eludir prácticas esclavistas, respetar el medioambiente, los derechos de los
trabajadores, la prevención de riesgos laborales, etc. No me vale que me digan
que es culpa del capitalismo salvaje. Como si existiera una mano negra que nos
domina y contra la que no podemos hacer nada. Sí podemos.
Como empresarios debemos exigir
igualdad de oportunidades para competir en esta aldea global. Una igualdad de
oportunidades en la línea de salida. No como los que imponen la igualdad de
oportunidades en la línea de meta, que es la madre de todas las mediocridades
educativas en nuestro país. Partir todos de los mismos requisitos y que gane el
mejor. La competencia hace que nos espabilemos. El buen contendiente admira secretamente
a su oponente porque sabe que la disputa le hace mejor a él.
Hace unos días en el programa de
Antena 3 El Hormiguero, Bertín
Osborne se puso serio y dio la solución a la crisis. Según el jerezano, se
solucionaría si compráramos productos nacionales en vez de chinos. De esta
forma daríamos trabajo a nuestro vecino y no estamos consintiendo que exploten
a un chino en Shangai. Y tiene mucha razón. Además China no tiene leyes que
protejan la propiedad intelectual, con lo que el empresario monta la empresa,
le copian y ve como se inunda el mundo con imitaciones de sus productos. Pero
cuando quiera volver a producir en Europa se encontrará con un erial
industrial. Desde aquí hago un llamamiento al Nacional Consumismo. Empecemos
por buscar en nuestra calle, después en el barrio, después en el pueblo, en la
ciudad, en la provincia y en el país. Me encanta la publicidad que han sacado
los comerciantes del ensanche de Pamplona. Cuelgan carteles en sus puertas
indicando que pagan sus impuestos en Navarra. Porque esa es otra, las empresas
multinacionales como Apple, Amazon y otras pagan sus impuestos en Irlanda y
apenas dejan un 10% aquí. Que se sepa. Pero cuidado, que sean productos de aquí
es condición necesaria, pero no suficiente. Ahí está el ejemplo de David Mayor.
Un compatriota presunto culpable de una tragedia en el infierno textil de
Bangladesh.
Carlos Medrano es Licenciado en
Economía
Economíapolíticaymas/blogspot.com
Otra visión del consumismo nacional de parte de Juan Ramón Rallo, econmista. http://www.libremercado.com/2013-05-21/juan-ramon-rallo-y-si-solo-compraramos-productos-espanoles-68470/
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