“Aguanta, somos la cuarta potencia de Europa,
España no es Uganda” Fue el SMS que envió Rajoy a De Guindos. Parecía que aquel
histórico sábado nuestros problemas estaban resueltos. La alegría nos duró algo
menos de 48 horas. Y no tanto por culpa de si las condiciones del préstamo son sénior
o junior, o por las elecciones Griegas. El problema que subyace es que no es
suficiente.
El préstamo servirá para evitar
que quiebren bancos. Algunos bancos debieron quebrar al inicio de la crisis.
Zapatero no permitió que quebraran cuando eran pequeños y comenzó a fusionarlos.
Sorprendentemente pretendía juntar dos bancos quebrados y hacer uno solvente. Lo
que se consiguió en realidad fue agrandar el problema y crear bancos sistémicos.
Como dicen los americanos demasiado
grandes para caer porque se llevan por delante al resto de la economía. La
consecuencia es que se está dedicando el dinero de nuestros impuestos a
mantener a incompetentes. De todas formas, esto de salvar a la banca no es
nuevo. George Bush padre lo hizo hace más de veinte años. Y de tal palo tal
astilla, su hijo repitió el modelo en el albor de la crisis actual. Pero ¿por
qué no pueden quebrar los bancos que lo han hecho mal? Porque no les interesa a
sus dueños, los cuales tienen la influencia necesaria en los gobiernos de turno.
Ahora Almunia pide la cabeza de algún banco en bandeja de plata, un poco tarde,
¿no?
En cualquier caso, no quiero caer
en el error de darle más vueltas al “si se hubiera,…” Vamos al grano; el
rescate a la banca española en realidad es un rescate a la banca extranjera, la
cual tiene invertidos en nuestro país más de 1,2 billones de euros. Y por
tanto, el dinero que venga de la UE saldrá con la misma rapidez que entra. Estamos
tapando deuda con más deuda. Las pymes españolas ni lo van a oler. Ojalá me
equivoque, pero solo si los bancos reciben dinero en exceso (es decir, por
encima de lo que tienen que devolver y de las provisiones) podrá caer algo para
las empresas y particulares. Y como supone más deuda y más déficit, los
contribuyentes tendremos que apechugar con el nuevo recargo. El FROB tampoco
iba a tener coste para el contribuyente porque se cobraban intereses a los
bancos por el préstamo. Esto fue así hasta que se nacionalizaron y nos quedamos
con las pérdidas. Socialismo para ricos.
Y ahora voy a explicar porqué no
es suficiente. Este préstamo lo que nos va a dar es tiempo para equilibrar las
cuentas públicas y el sistema financiero. Ambos hechos tendrán lugar si la
economía real se pone en marcha. Si no se hace nada estaremos en tres meses
pidiendo el rescate total. Vamos a entrar en un nudo diabólico e involutivo con
muy mal pronóstico. Desde mi experiencia como consultor me encuentro con
empresarios que tienen serias dificultades. Los malos resultados pretéritos,
los impagados y la competencia brutal en precios les ha dejado sin un duro para
salir adelante. Los que siguen adelante lo hacen porque están transformando sus
empresas; primero un plan de comunicación para la plantilla y para el exterior (bancos,
accionistas, etc.). Después hay que levantar la moral de la tropa consiguiendo
victorias rápidas. Al mismo tiempo es
necesaria más liquidez: las empresas cierran porque no pueden pagar y no porque
no sean rentables; hay que poner en venta todo lo que no sea imprescindible
para la producción (como hizo el Banco Santander vendiendo todas sus oficinas y
alquilándolas a los compradores). Priorizar los recursos disponibles en clientes, productos y áreas geográficas
rentables, desechando el resto. Centrarse en el corazón del negocio y un largo
etcétera. El objetivo es salvar la empresa. En el caso de España, S.A. vamos a
disponer de unos pocos meses, no más, para transformar nuestra economía. Ángela
Merkel, nuestra prestamista, ha dejado claro que “España como Grecia, Irlanda o
Portugal debe seguir con sus duras reformas”. Lo mismo que ha pedido la Comisión
Europea, el FMI y grupos de economistas serios como Fedea. Rajoy parece que
prefiere aguantar. Esperemos que no tanto como la celtíbera Numancia.
Carlos Medrano Sola es Licenciado
en Economía
economiapoliticaymas.blogspot.com